jueves, noviembre 26, 2009

El montaje publicitario de la actual campaña contra la violencia de género

“¿Es lo tuyo más o menos?

¿Lo mío es menos o es más?”
(J.R.J. Estío, XIV)


No sabemos a cuánto ascenderá el presupuesto de la actual campaña publicitaria del Gobierno para contrarrestar la llamada ‘violencia de género’. Probablemente, habrá costado un pastón. El aparato publicitario me parece torpemente amañado, adobado de falsa galantería y halago a la mujer. Incluso una ofensa para su inteligencia y, de rebote, para la inteligencia masculina. El montaje es el siguiente: unos cuantos hombres, entre ellos el actor Javier Cámara, aparecen en la pantalla afirmando categóricamente y como si estuvieran convencidísimos de lo que dicen (que para eso les pagan):

De todas las mujeres que hay en mi vida, ninguna será menos que yo”.

Entre estos promotores del eslogan, aparecen dos o tres féminas que dicen, aparentando estar firmemente convencidas:

De todos los hombres que hay en mi vida, ninguno será más que yo”.

(He destacado en negrita los adverbios ‘más’ y ‘menos’)

Si reparamos en la forma de enunciar las respectivas frases, los representantes del género masculino reivindican la primacía desde el punto de vista de la inferioridad. Como si dijeran: A mí, a ser inferior, no me gana ninguna fémina. Éstas pueden ser más o igual que yo. Pero yo me reservo el privilegio de la inferioridad respecto a ellas. Y, ojo, con que alguna mujer pretenda disputarme este privilegio, que le rompo la cara…(Podríamos añadir) ≤ (Es el signo matemático que indica la situación reivindicada por el varón con respecto a la mujer. Pura galantería marrullera, de “chica, no te lo creas”)

Por su parte, las representantes femeninas presentan su eslogan desde el punto de vista de la superioridad. Los hombres ‘que hay en mi vida’ podrán ser iguales o inferiores a mí, pero nunca superiores. Tratando de robustecer el sentimiento de valía y la autoestima de la fémina, se la hace incurrir en presunción. Lo que es un halago con un componente muy probable de mentira.

Todo este ‘ser más’ o ‘ser menos’ el hombre que la mujer, me trae a la memoria un epigrama del poeta hispano romano Marcial (8.12):

¿Por qué no quiero tomar por esposa a una mujer rica,
me preguntas? No quiero estar bajo su dependencia.
La esposa, amigo Prisco, debe ser inferior al marido:
no de otra forma resultan iguales el hombre y la mujer
.

Es una paradoja: para que la mujer sea igual al marido es preciso que ‘se haga inferior’. ¿No implica esto que Marcial cree en la superioridad ingénita de la mujer? Es preciso que ésta se ‘rebaje’ para estar a la altura del hombre, inferior de suyo. La paridad del hombre y la mujer sólo se consigue cuando la mujer, que es, por naturaleza, superior al varón, se hace inferior a éste. A fin de cuentas, quizás sea verdad el eslogan publicitario en lo que respecta a la superioridad presunta de la mujer y a la consiguiente inferioridad, también presunta, del varón: Ninguna de las mujeres que hay en mi vida será menos que yo. Igual o más, sí; pero menos, imposible. Y viceversa, el eslogan de las féminas: Ninguno de los hombres que hay en mi vida será más que yo. Igual o menos, sí; pero más, imposible. ≥

El tópico del ‘sexo débil’ resulta ser un mito. Ya lo puso de manifiesto, hace muchos años, el humorista Enrique Jardiel Poncela, con el título de uno de sus libros: El sexo débil ha hecho gimnasia.

Tal vez la mentira publicitaria haya dado en el clavo en esta ocasión. Y si la observación del poeta bilbilitano es correcta, la mujer, para igualarse con el hombre, deberá hacerse como él, inferior.


Inferior matrona suo sit, Prisce, marito:

non aliter fiunt femina virque pares (vv. 3-4)

sábado, noviembre 14, 2009

COCK, EL EURO Y EL HUERTA HONDA

Un pasaje del poema latino que el humanista holandés Enrique Cock dedicó a describir, encomiástica-mente, las villas del Ducado de Feria, es el que describe el ‘locus amoenus’ que era entonces el huerto del palacio ducal (hoy Parador de Turismo) El terreno que ocupaba dicho huerto es el que en la actualidad ocupa el Hotel Huerta Honda, que conserva este nombre como reminiscencia del ameno lugar. Nada menos que 13 versos (aproximadamente el 7% del total de versos dedicados a describir otros lugares típicos de la villa ducal: el palacio, las iglesias y conventos, las fiestas, etc. (versos 30 al 217, inclusive) abarca el pasaje dedicado a describir el huerto del Duque.

Los versos 124-5, con los que se inicia la descripción del florido huerto donde hoy se ubica el HHH, dicen así:

Junto al palacio un huerto, al socaire del Euro ligero,
de breves dimensiones, pero fértil en plantas diversas
.

El Euro (con mayúscula) es el nombre de uno de los vientos más placenteros. Sopla del S.E. y era, antiguamente, símbolo de tiempo bonancible, como sus parientes, el Austro y el Favonio. Recordemos los versos de San Juan de la Cruz:

Detente, Cierzo muerto;
ven, Austro, que recuerdas los amores.


Con la alusión al Euro (con mayúscula) Cock nos da una referencia sobre la ubicación en la que se asentaba el huerto: al lado del castillo, por la parte que mira al E. y al S. No hay duda: se trata de la llamada Huerta Honda, nombre que se conservó hasta bien entrado el siglo XX.

El fundador y propietario del hotel del mismo nombre, Sr. Martínez Buzo, decidió decorar una de las dependencias del citado establecimiento (el llamado Salón del Duque de Feria) con algunos de los versos que Cock dedica al lugar. La idea es buena, a mi modo de ver, por más que, como ya he manifestado personalmente al propietario, echo en falta una cosa. Ya que no se cita al traductor al castellano de esos versos (que, dicho sea de paso, es quien esto escribe) debería mencionarse, siquiera abreviadamente, el nombre del autor: (E. Cock, siglo XVI) Poco espacio, como se ve, se emplearía en hacer esto. Además, la cita no está hecha con precisión: hay una repetición que no corresponde al original. Se debe citar con exactitud. Aun en el caso de elegir ciertos versos y prescindir de los demás.

La cita podría haber sido, por ejemplo:


Aquí las aves, moradoras de las ramas frondosas,

lanzan al aire sus trinos a modo de líricos cantos;
bajo ellas brotan las frescas aguas de los manantiales

(vv. 129-131)


Allí crecen las rosas rosadas, de purpúreos rubores,
y los lirios y el romero oloroso, remedio infalible,
y cuantas flores renueva el tiempo de la primavera

(vv. 134-136)


(E. Cock, Asafrae Turdetanorum descriptio)


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Brindamos estas sugerencias, por si quisieran tomarlas en cuenta los actuales propietarios del establecimiento hotelero.
Y deseamos que el euro (con minúscula) siga soplando favorablemente sobre éste y otros negocios de los Sres. Martínez Buzo.
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NOTA: Insertamos aquí una foto del lienzo de pared del Salón Duque de Feria, con los textos fragmentarios del poema de E. Cock. El 3º verso de la inscripción dice 'tomándose', donde debe decir 'tómanse'. Y en el verso inferior se repite 'renuevan del tiempo de la primavera'. Debe decir 'y las frutas doradas abundan en el tiempo de otoño'.Insertamos también fotocopia de un fragmento de la Asafrae Turdetanorum descriptio, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid. Este poema fue transcrito y traducido por mí en el librito, publicado en 1976, con el título de Zafra y los demás pueblos del Ducado de Feria celebrados por Enrique Cock (siglo XVI) En el año 2006 se hizo una reedición a cargo del Ayuntamiento de Zafra y gestionada por el Centro de Estudios del Estado de Feria. Por esta segunda edición citamos aquí.


Nota final: Hacer clic sobre la foto para ampliar

martes, noviembre 03, 2009

CONTRASONETO

En una ocasión anterior hice alusión al soneto panegírico que Manuel Machado dedicó a Franco. El dictador tuvo muchos panegiristas (una lista bastante numerosa, con elogios delirantes, se puede ver aquí ) Falta alguno que otro de entre los más importantes. Me refiero a Eugenio d'Ors, del que ya me he ocupado anteriormente en este blog http://garciguti.blogspot.com/2008_05_01_archive.html#4427431567235703933.


El desencadenante que puso en marcha el genocidio de nuestra guerra civil fue, en mi opinión, un gobierno débil (los mandatarios del régimen de la República) que no atajó los desórdenes que se produjeron previamente a la sublevación militar. Los enfrentamientos preliminares entre los desmandados de una y otra parte. Una izquierda incauta que aspiraba a implantar un nuevo orden social, a consolidar las libertades propias de una sociedad laica (entre éstas la de la libertad religiosa) y un sistema económico que no perpetuase la pobreza de unos y la riqueza de otros. Esto último demandaba un más racional aprovechamiento de los grandes latifundios improductivos. Se procedió a la ocupación de fincas mostrencas. Pero operaciones de este tipo alarmaron incluso a los pequeños propietarios. Todos vieron amenazadas sus posesiones



Los zafios enemigos de la libertad religiosa (¡dejad a los creyentes con sus creencias!) fueron los que más perjudicaron a la causa socialista, con sus sabotajes de personas religiosas y lugares de culto. Esto contribuyó al descrédito de su causa (que se asoció de inmediato a la de los 'enemigos de Dios') y que sería aprovechada por los sublevados como una justificación más de sus tropelías. La consigna 'Por Dios y por España' los acreditaba de buenos, y los jerarcas eclesiásticos, agradecidos, bendecirían como 'Cruzada' la sublevación militar. De todo este malentendido y desaguisado la consecuencia fue que una de las facciones políticas en liza, la derecha, pudo deshacerse sistemáticamente, implacablemente, cómodamente, de su rival político, la izquierda. Contribuyó a ello la organización paramilitar de la Falange, en connivencia con el militar invasor y colaborando con ellos en la 'limpieza' de la retaguardia. Así la población civil quedó en una situación de desigualdad: armados los de la derecha (representados por los falangistas) y desarmados los de la izquierda. La derecha se incautó de la Patria y este fue el primer acto del parricidio que con la madre común cometieron los sublevados.

Los panegiristas del régimen incensaron a su gusto al Caudillo y la Jerarquía eclesiástica le adjudicó honores divinos. Hubo quien propuso hacer al Caudillo nada menos que Cardenal honorífico. (Repásense los enlaces anteriores).

En fin, el propósito principal de esta entrada ha sido el de hacer un CONTRASONETO contra el que hizo en su día Manuel Machado para elogiar la figura del Caudillo. Soneto que vino a confirmar lo que ya el poeta había presentido: las afinidades entre los poetas (los aduladores, especialmente) y las prostitutas:





Hetairas y poetas somos hermanos


El poeta que había glosado en versos memorables el heroísmo del Cid ("El ciego sol se estrella / en las duras aristas de las armas...") se prostituyó con la alabanza del caudillo golpista. A cambio de los favores del Régimen.

CONTRASONETO DEL QUE HIZO MANUEL MACHADO EN ELOGIO DE FRANCO

Caudillo de la nueva reconquista,
− contrafigura de la antigua hazaña −
la que metió a los moros en España
para apoyar la rebelión golpista.

Al socaire del dogma falangista,
el paramilitar entra en campaña;
y con total impunidad se ensaña
la derecha en el bando socialista.

Por Dios y por España’ es la proclama
que, para cohonestar la felonía,
alega la homicida represión.

Y la Iglesia, a su vez, Cruzada llama
lo que más propiamente debería
llamarse con el nombre de Traición.


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